Quizàs sea la maternidad, uno de los estados mas deseados y soñados por casi todas las mujeres.
¿Qué mujer en algún momento de su vida no ha fantaseado con ese estado?.
Quizás de muy chicas, de jóvenes, o ya de mujeres adultas, soñamos con un hijo. Ese sentimiento nos hermana. Es un cúmulo de sensaciones encontradas. Desde las ansias al miedo, pasando por todos los estadìos... ¿Podré?, ¿No podré? , ¿Seré buena madre? ¿No lo seré?, ¿Me querrá', ¿Lo querré? ¿Tendré paciencia? ...
Tantas otras preguntas..., el temor a no quedar embarazada, el temor a quedar en el momento menos esperado, ¿Podré sola?, ¿Estaré acompañada? ..
Infinitas son las preguntas, como infinitas las respuestas.
Sin lugar a dudas, es un estado movilizador, donde uno se llena de placer, donde los sentidos se agudizan, donde el alma vibra con sonidos únicos e imperceptibles. Y asì como los perfumes se perciben màs intensos, la piel está màs sensible, los sentimientos están a flor de piel.
Hasta la risa de un niño, o la mirada de un anciano pueden hacernos estallar en llanto.
Maternidad: palabra tan ansiada como temida.
Maternidad: Palabra que enaltece, que llena el alma de la mujer, que te hace màs completa, que te permite tener otra óptica de la vida.
Maternidad: palabra demasiado grande para seguir buscándole significados.
Maternidad: Palabra que no implica llevar un hijo en el vientre, sino llevarlo en el alma.