viernes, 8 de noviembre de 2013

...



...

Como dormida 
se van quedando la esperanza.


 Lentamente
y hasta casi con delicadeza, 

la realidad la comenzó a acunar.

Así, 

despacito, 
silenciosa 
y como avergonzada 

la ilusión se comenzó a alejar 
con pasitos sigilosos

-quizás para que ni las lágrimas se enterasen 
que cada vez estaba más distante-.


Solo un vacío,
y el frío ese que te recorre el cuerpo por momentos 

aunque esté brillando el sol.


Solo silencio, 

aunque las palabras griten en mis oídos.


Solo querer ver un amanecer 

para seguir caminando.

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